La Economía mundial está en crisis. Las bolsas del orbe estan en caida libre. El despido de empleados y trabajadores de los centros de la economía mundial son abrumadores, ya cobró sus primeras victimas: nos informan los medios de comunicación social que un padre desesperado asesinó sus hijos, madre, esposa y posteriormente se suicidó, luego de ser despedido de su trabajo. Es decir toda una tragedia que apenas comienza. El pronóstico es incierto y con altas probabilidades de ser aún más trágico.
Ciertamente, el comportamiento histórico de éstas profundas crisis del sistema capitalista, conducen a soluciones que por su dinamica no es otra cosa que la guerra total. La crisis de los años veinte del siglo pasado condujo inexorablemente a la segunda guerra mundial. La primera guerra tambien fué producto de ese reacomodo del capital.
El complejo militar industrial de los EEUU denunciado por el mismo Presidente Dwight Eisenhower el 17 de enero de 1961, como la : “conjunción de un inmenso establishment militar y una gran industria de armamento es algo nuevo en la experiencia estadounidense” y advirtió de su influencia: “económica, política, incluso espiritual” de la sociedad norteamericana. Ese complejo Militar Industrial ha hecho de la guerra un negocio donde los beneficios son alucinantes. Basta tan solo asomarnos a programas televisivos ó revistas especializadas de venta pública para comprender el enorme poder militar de que son poseedores los estadounidenses, tal poder de fuego otrora lo justificaron en su confrontación con la extinta Union Sovietica, hoy dia se justifica por un supuesta lucha contra el terrorismo. De cualquier forma la economía norteamericana está indisolublemente ligada a la fabricación de más y eficasez armas de destrucción masiva. Indiscutiblemente el poder politico de ese complejo militar industrial en las esferas del poder norteamericano no tiene discución. Sin ambages son el poder.
Agreguemosle a lo anterior la sequia de energia de la economía norteamericana, sus reservas petroleras son cada vez más exiguas. Su voracidad energética no tiene medida. Sumemos los descalabros de su elite financiera. Añadale los costos de la guerra de Irak y Afganistan, todo esto aderezado con unos personajes en el poder que dicen tener comunicación directa con el creador.
A mi modo de ver el panorama mundial no puede ser más desolador.
